jueves, 1 de enero de 2009

XIV.

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Higa Yuchoku Sensei,
supervisando la correcta ejecución de
kata Naihanchi Shodan.


KARATE:

Enfoque oficial del
Gobierno de la Prefectura de Okinawa.
La importancia de este artículo,
consiste en que es la visión oficial
que el Gobierno de la Prefectura de Okinawa
tiene de Karate.


Integra el libro "La Cultura de Okinawa",
elaborado en distintos idiomas,
para las colectividades japonesaokinawenses,
que residen fuera del Japón (Okinawa)

Llega a nosotros
por cortesía de
Sensei Ho Katsuren Ricardo,
de Shohei ryu OKIKUKAI Argentina.



La esencia del Karate okinawense
esta resumida en las palabras
del maestro Funakoshi Gishin (1868—1957)
"Karate Ni Sente Nashi":
En el Karate no hay primer ataque.

Una de las artes marciales,
es básicamente un arte de defensa personal,
orientado al logro del control
de los instintos de preservación personal
que todos los seres humanos poseen.

Las características apacible, cortés, pacífica
de la cultura okinawense se consi­dera
que es el marco ideal
para el desarrollo de este arte.

En relación a los países que
no poseían armamentos
(Okinawa entre ellos)
exis­te una interesante anécdota
cuyo personaje es el célebre emperador francés,
considerado como uno de los más maravillosos soldados,
Napoleón Bonaparte.

Cuando dos ingleses comentaron al Emperador
que durante un viaje a Okinawa en el siglo XIX
comprobaron que este país carecía de armamentos,
Napoleón suma­mente asombrado preguntó
¿No tienen armas ni cañones?

Incrédulo ante la res­puesta negativa,
inquirió sí usaban flechas, lanzas, navajas o sables.

Al oír la respuesta se dice que Napoleón
comentó lo siguiente:
"¿Realmente no poseen armamentos?
No puedo creer que existan personas
que no tengan interés en la guerra."

Teóricamente el Karate es un entrenamiento psico-físico
que lleva a una mayor comprensión
o conocimiento de sí mismo y del mundo.

No es un deporte com­petitivo ni violento,
y el quebrar trozos de maderas o bloques
no es meramente un ejercicio de entrenamiento físico.

El Karate es esencialmente un entrena­miento de control psico-físico;
un buen entrenamiento del mismo conlleva a la persona a adquirir
una fuerza psicológica que le permite hacer frente tanto
a los ataques físicos provenientes del exterior
como a las presiones internas de mane­ra más eficaz.

Los orígenes del Karate se remontan al siglo XV,
como un arte defensa personal.

Fue llamado Te y floreció durante el imperio de Rey Sho Hashi.

En ese período el Imperio Ryukyu fomentó
el intercambio comercial y cultural con los países de Asia y del sudeste asiático,
y se considera que el Te se desa­rrolla a partir de ese intercambio;
especialmente la posibilidad de un contacto más cercano
con las artes de defensa personal de la China,
conocida como To-Te.

Como resultado de la invasión de Satsuma
en Okinawa en el año 1609, el Karate comienza a desarrollarse aun más,
debido a que Satsuma retira todos los armamentos
prohibiendo el uso de los mismos y sancionando
toda actividad re­lacionada a ellos.

Esta prohibición se mantiene durante 300 años
pero el entrenamiento del Karate es realizado
secretamente en el seno de las familias aristocráticas de Okinawa,
trasmitiéndose de padres a hijos.

El peligro que demandaba la práctica secreta del Karate,
hizo por el contrario, que en cada uno de los habitantes
naciera el deseo de preservar y trasmitir este arte.

Entre fines del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII,
esta preservación, da naci­miento al arte actual de Okinawa,
el cual surge como combinación del Karate chino To-Te y del Te de Okinawa.

En el siglo XIX el Karate de Okinawa
se desarrolla hasta adquirir las característi­cas particulares
con que actualmente se conoce;
sin embargo, la práctica de este arte
solo estaba reservada para las familias aristocráticas
y se lleva a cabo se­cretamente.

Cuando Okinawa se libera de Satsuma y
pasó a formar parte del gobierno japo­nés
como una prefectura más, el Karate pudo ser practicado abiertamente
por toda la población.

En el año 1904 la difusión del Karate
culminó con su incor­poración en el programa
de educación física de las escuelas públicas de Okinawa.

En 1922 Funakoshi Gichin presenta en Japón
por primera vez este arte y así
comienza a ser más conocido.

En el año 1931 es oficialmente reorganizado
por una asociación encargada de sistematizar
las artes marciales: el "Nihon Butokukai”.

Al culminar la segunda guerra mundial,
el gobierno militar americano prohibe
la práctica del Judo y Kendo por considerarlos
elemento militarista;
como resulta­do de ello, muchas personas
se vuelcan a la práctica del Karate.

Después de la guerra la obtención de los elementos
para la práctica de cualquier deporte,
re­sultaba muy difícil;
es por ello que el Karate, al no existir este inconveniente,
adquirió gran popularidad en Japón.

Actualmente existen en Okinawa dos escuelas de Karate.

Shorin Ryu o "Shurite" y Shorei Ryu o "Naha Te".

Shorin Ryu que se desarrolla en Shuri y Tomari
(dos sectores actualmente pertenecientes
a la ciudad capital de Okinawa, Naha)
se caracteriza por sus rápidos movimientos corporales
mientras que el Shorei Ryu originado en Naha
es por el contrario de movimientos más lentos.

Estudiantes no solo del Japón,
sino también del extranjero llegan
hasta Okinawa para realizar sus estudios
en una de estas dos escuelas.

Además en muchos luga­res en el extranjero
se han abierto filiales de estas escuelas,
indicando el grado de reconocimiento mundial de este arte.