domingo, 3 de octubre de 2010

XL


Prólogo al libro “Introducción a la práctica de ZAZEN”,

del Rev. Ricardo Dokyu, Monje Budista Soto Zen.


Zen es la voz japonesa de la palabra china Ch'an,

a su vez traducida del sánscrito Dhyana,

que literalmente significa meditación.


Durante la Dinastía Tang (618 - 907 / siglos VII a principios del X),

el Ch'an conoció su época de oro, extendiéndose por el territorio chino.


Pero a partir de la fuerte represión que sufrió el Budismo hacia mediados del siglo IX,

el Ch'an se fue debilitando progresivamente.


Durante la dinastía de los Song ( 960 a 1279 / Siglos X a XIII)

alcanzó una mayor sistematización,

aunque modificando su enseñanza original directa, abrupta, espontánea.


Durante el siglo XII, el Ch'an pasó a Japón, adoptando la forma de las Escuelas Rinzai y Soto.

Ambas habrían de privilegiar la postura de meditación sentada, ZAZEN

(y la primera además, los Koans, o resolución de enigmas verbales,

insolubles para la inteligencia racional)


Zen es la restauración de la práctica original de Buda;

práctica que únicamente consistía en sentar.


Por lo tanto ZAZEN es, simplemente, la serena alegría de la práctica de Buda,

la realización de su sabiduría.


En el Siglo XX el Zen llegó a Occidente,

a Estados Unidos y Europa.


A un mundo culturalmente cristiano, aún cuando a muchos,

el cristianismo ya no les dijera nada como religión,

ni tuvieran contacto alguno con ninguna iglesia.


Occidente, el mundo cristiano, ha dado forma a una época gloriosa para la Razón.

El hombre con su inteligencia, hizo indudablemente progresos formidables

en las ciencias naturales y la técnica,

obteniendo además decisivos logros espiritules.


Debemos agradecer que tal época haya sido posible

(incluso seguir impulsándola)


Negar esta necesidad, sería un verdadero absurdo.


Ya no podríamos renunciar a los logros alcanzados en el campo de la cultura material,

gracias al predominio de la Razón

(logros que, por lo demás, Oriente fue adoptando decididamente a lo largo de los siglos XIX y XX;

basta remitirse a Japón, China, Korea, India, entre otros, para comprobarlo)


Pero es indispensable que esos logros representen para el hombre una bendición,

en lugar de ser, causa profunda de su tragedia;

es imposible vivir exclusivamente de la razón.


La importancia exagerada atribuida a la razón,

ha esterilizado,

sepultado aquellas capacidades que se ubican en el campo de las sensaciones superiores,

de la intuición.

Evidentemente, la reflexión es inapropiada para remediar esa esterilidad,

pues opera precisamente con las fuerzas que han causado la catástrofe.


En cambio, utilizando una meditación que como ZAZEN,

desconecta la razón, el saber intuitivo, logra liberarse.


El desarrollo del pensamiento humano ha ido de lo irracional a lo racional;

deberá evolucionar indefectiblemente hacia lo arracional, en los tiempos presentes.


Lo irracional refiere a contenidos incomprensibles.

Lo racional en cambio, es comprensible.

Lo arracional ya no lo es, ha dejado de serlo porque está mas allá de la razón,

es sabiduría profunda situada en el espacio de la intuición.

ZAZEN es un método de desarrollo personal que ofrece principios

de concentración, respiración y postura,

como base hacia el desarrollo de la profundidad de conciencia, de la intuición.


***

Ricardo Dokyu es argentino y monje Budista Zen de la Escuela Soto.

En 1984, dio en Brasil sus primeros pasos en la práctica,

en el Centro Zen de Belo Horizonte

y en el Monasterio Budista Pico de Raios en Ouro Preto,

con el Maestro Igarashi Ryotan.


Desde 1991 vivió en Japón, por espacio de 5 años en el Templo I ON IN,

bajo la orientación del Mestro Nakamura Doyu.


En diciembre de ese año, fue ordenado Monje

con el nombre de Dokyu (Do - Camino; Kyu - Eterno)


Entre 1996 y 2000, entrenó en el monasterio de Eiheiji,

templo matriz de la Escuela Soto, fundado en 1244 por el Maestro Zen Eihei Dogen (1200 -1253),

quien transmitió el Budismo Zen de China, en Japón,

estableciendo la esencia de práctica de la Escuela Soto.

En 2002, viajó nuevamente a japón

para recibir la trasmisión del Dharma del maestro Zen Sato Taijun,

responsable del templo SHO RAKU JI de la ciudad de Shinshiro,

provincia de Aichi.

A pesar de su juventud,

Dokyu es actualmente uno de los máximos referentes de la

Escuela Soto de Budismo Zen en Argentina

y difunde las enseñanzas,

principalmente desde su Dojo Serena Alegría.

Ricardo, con su acostumbrada generosidad,

me ha distinguido con la posibilidad de escribir este prólogo.

Tremenda responsabilidad para este antiguo practicante

de Artes Marciales Tradicionales y Modernas,

quien solo sabe que, habiendo llegado a un punto de la evolución personal,

es necesario sentar, volver al silencio original,

ser íntimo con uno mismo;

porque la vida está llena de ruidos,

pero el silencio es su naturaleza profunda.


Claudio Veiga

Director de la Colección “Cuadernos del Sendero”

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