cualquiera sea el lugar donde suceda.
Pero claro, cuando la proximidad afectiva es mayor,
también mayor es el dolor.
Japón está irrenunciablemente ligado a nuestro corazón de budokas.
Delegaciones de argentinos que viajan
con mucho esfuerzo a la isla a perfeccionar sus arte;
maestros japoneses queridos que residen en su país de origen;
practicantes argentinos que viven en Japón,
a partir de becas, trabajo, visita a familiares que los hospedan y aquí,
en nuestro suelo, una colectividad japonesa centenaria
fuertemente integrada a nuestra cultura,
de la que forman parte nuestros maestros en el arte.
Japón es, de alguna manera, uno mismo en otra geografía.
Tiene una larga historia de honorable y eficaz lucha
contra obstáculos de toda naturaleza.
Algunos, verdaderas tragedias.
No viene al caso reseñarlas aquí.
Y siempre estuvo a la altura de las circunstancias;
seguramente esta vez, no será la excepción.
En la tremenda adversidad, volverán a asombrarnos.
que cuentan con nosotros, argentinos artistas marciales.
Aquí estamos, para ayudar.
Fuerza, amigos.
Todo pasa. Esto también.
Un fraternal abrazo.
Claudio Veiga
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